Paso 2 (diagnóstico):
Dije:
Tengo miedo a ser feliz.
Reason why:
No porque me encante ser infeliz o porque sea más cómodo ser negativo ante la vida.
Yo sé que si soy feliz, si llego al tope de mi autorrealización, al respecto de lo que sea, eventualmente voy a tener que bajar. Porque así funciona el equilibrio. Aunque no lo acepte, siempre hay equilibrio.
A veces el equilibrio escapa a la persona. No es algo intrínseco de uno, va más lejos que lo que encierra la piel.
Examplia Gratia:
Por cada grupo de pobres hay una persona rica. Por cada poca consciencia sociológica de una persona rica, hay un grupo de pobres que tiene consciencia de clase y lucha contra el capitalismo.
A veces:
Por cada felicidad mía, hay una tuya. Por cada infelicidad mía, hay una tuya. Pero eso era cuando éramos más uno que dos.
Ahora:
Escapa ese equilibrio de nuestra piel. Cada felicidad tuya es una infelicidad mía y viceversa.
Entonces:
Cuando siento que estoy llegando a la cima, me quedo unos niveles más abajo, para no tener que afrontar una eventual infelicidad. Eso sí podría llamarse comodidad. Porque me siento feliz en esa comodidad. Y no te encuentro conmigo ahí, entonces no sé si me entiendas.
No hace falta que me esperes.
Nota: todos los deícticos de segunda persona se refieren a vos, al lector.
Dije:
Tengo miedo a ser feliz.
Reason why:
No porque me encante ser infeliz o porque sea más cómodo ser negativo ante la vida.
Yo sé que si soy feliz, si llego al tope de mi autorrealización, al respecto de lo que sea, eventualmente voy a tener que bajar. Porque así funciona el equilibrio. Aunque no lo acepte, siempre hay equilibrio.
A veces el equilibrio escapa a la persona. No es algo intrínseco de uno, va más lejos que lo que encierra la piel.
Examplia Gratia:
Por cada grupo de pobres hay una persona rica. Por cada poca consciencia sociológica de una persona rica, hay un grupo de pobres que tiene consciencia de clase y lucha contra el capitalismo.
A veces:
Por cada felicidad mía, hay una tuya. Por cada infelicidad mía, hay una tuya. Pero eso era cuando éramos más uno que dos.
Ahora:
Escapa ese equilibrio de nuestra piel. Cada felicidad tuya es una infelicidad mía y viceversa.
Entonces:
Cuando siento que estoy llegando a la cima, me quedo unos niveles más abajo, para no tener que afrontar una eventual infelicidad. Eso sí podría llamarse comodidad. Porque me siento feliz en esa comodidad. Y no te encuentro conmigo ahí, entonces no sé si me entiendas.
No hace falta que me esperes.
Nota: todos los deícticos de segunda persona se refieren a vos, al lector.
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